Cuando Soumaya, de 29 años, decide visitar a su abuela en Argelia, lo que empieza como un simple viaje familiar se transforma en un tierno recorrido de identidad y pertenencia. Haber crecido en Barcelona la hizo sentir a menudo distante de su madre argelina, sobre todo en torno a la tradición y la fe. Filmando su regreso, Soumaya se sumerge en un mundo donde la oración y la vida cotidiana conviven, compartiendo momentos con sus primos, escuchando a su abuela y revisitando los archivos familiares. La película entrelaza humor, conversaciones íntimas y grabaciones caseras para revelar los vínculos frágiles pero resistentes entre tres generaciones de mujeres. Es, al mismo tiempo, un retrato de migración y memoria, y una reflexión sobre el amor, la distancia y cómo las tradiciones siguen moldeándonos.